En zonas con inviernos bajo cero donde el agua de la piscina puede helarse, el flotador de invernaje permite absorber el exceso de presión y evitar deformaciones en las paredes de acero o madera.
El agua congelada ejerce presión sobre las paredes y puede dañarlas provocando la aparición de grietas.
Los flotadores absorben el aumento de volumen y protegen la estructura de la piscina de las heladas.
Incluye orificios en la parte superior que permiten atarlo entre dos puntos opuestos de la piscina para mantenerlo fijo.
Es recomendable utilizarlos conjuntamente con la cubierta de invierno para una mayor protección.
Se recomienda su colocación en diagonal a lo largo de la superficie de la piscina elevada.
El número de flotadores a colocar depende de las dimensiones de cada piscina.